8 mitos sobre la manicura que no deberías creer

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Manicura y pedicura

La manicura se ha convertido en uno de los tratamientos estéticos más populares entre mujeres de todas las edades. Cada mes, miles de personas buscan diseños de uñas originales y modernos, reservan cita con sus manicuristas de confianza y disfrutan del placer de lucir unas manos cuidadas. Es difícil imaginarse la vida sin una manicura bonita y bien hecha.

A pesar de su popularidad, circulan numerosos mitos sobre la manicura que muchas veces generan dudas: “el esmalte semipermanente daña las uñas”, “las lámparas de secado provocan cáncer”… ¿Qué hay de cierto en todo esto? En este artículo, desmontamos los falsos mitos más comunes sobre la manicura y el cuidado de las uñas con argumentos basados en hechos.


Mito 1: Las uñas necesitan descansar del esmalte semipermanente



Uno de los mitos más extendidos es que las uñas deben "respirar" o "descansar" de los esmaltes. Esto no tiene ninguna base científica. Las uñas están formadas por queratina, un tejido muerto, y no respiran. Por tanto, no es necesario hacer pausas entre manicuras si el proceso de aplicación y retirada del esmalte se realiza correctamente.

Eso sí, si existe alguna afección o daño en la lámina ungueal, sí puede ser recomendable optar temporalmente por una manicura higiénica sin esmaltado, hasta solucionar el problema.


Mito 2: El esmalte semipermanente daña las uñas



Esta creencia sigue viva, aunque ya ha sido desmentida por numerosos profesionales del sector. El esmalte semipermanente en sí no daña la uña natural. Los problemas aparecen cuando se aplican técnicas incorrectas, como limados agresivos o retiradas inadecuadas. Por eso, es fundamental acudir siempre a un profesional cualificado que respete la salud de tus uñas.


Mito 3: Puedes quitarte el esmalte semipermanente en casa



Es tentador intentar retirarlo en casa cuando el esmalte empieza a despegarse. Sin embargo, arrancarlo de forma brusca puede dañar gravemente la uña, provocando microtraumatismos y ondulaciones.

Además, carecer del conocimiento y herramientas adecuadas puede agravar la situación. Los profesionales utilizan productos y técnicas diseñados para proteger la uña natural durante la retirada del esmalte. Así que, si valoras tus uñas, deja este paso en manos expertas.


Mito 4: No se deben limar las uñas en diferentes direcciones



Muchas personas creen que solo se deben limar las uñas en una única dirección para evitar que se rompan. En realidad, la dirección del limado no es tan relevante como la herramienta que se utiliza. El verdadero daño lo provoca una lima inadecuada (como las metálicas o las de grano grueso).

La mejor opción es una lima de grano medio o una lima láser con una abrasividad de 150-180 grit. Limar en ambas direcciones es seguro siempre que se utilice la herramienta correcta.


Mito 5: Las uñas crecen más rápido si las cortas



Este mito tiene su origen en la comparación con el cabello, pero no tiene base científica. Cortar las uñas no influye en su velocidad de crecimiento. El ritmo de crecimiento está determinado por factores genéticos y de salud. Cortarlas, eso sí, contribuye a mantenerlas limpias, fuertes y bien cuidadas.


Mito 6: Los baños y aceites fortalecen las uñas



Dado que las uñas son tejido muerto, los baños o aceites no pueden alterar su estructura interna ni fortalecerlas directamente. Sin embargo, sí son beneficiosos para la piel circundante y las cutículas, ayudando a mantener las manos suaves, hidratadas y con un aspecto saludable. Por tanto, no hay que descartarlos, pero sí entender su función real.


Mito 7: Las lámparas de secado son peligrosas



Es cierto que las lámparas UV emiten rayos ultravioleta, y estos están relacionados con el envejecimiento prematuro y ciertos tipos de cáncer de piel. No obstante, la exposición durante la manicura es muy breve y la potencia de estas lámparas es muy baja. Los estudios actuales indican que el riesgo es extremadamente bajo.

Si aun así quieres mayor protección, puedes aplicar protector solar en las manos antes de tu sesión de manicura.


Mito 8: Las embarazadas no deben hacerse la manicura



Existen muchos falsos mitos en torno a los cuidados estéticos durante el embarazo. Uno de ellos es que el esmalte puede afectar al bebé. Esto es completamente falso. No hay evidencia científica que relacione los productos de manicura con riesgos para la salud del feto. El esmalte y la uña no permiten la absorción de sustancias químicas hacia el organismo.

Así que, si estás embarazada, puedes seguir disfrutando de una bonita manicura con total tranquilidad.


Conclusión: No te creas todo lo que se dice sobre la manicura



Como ves, muchos de los temores que rodean al mundo de la manicura se basan en desinformación o ideas erróneas. La clave está en informarse correctamente y, sobre todo, confiar en profesionales cualificados que garanticen un tratamiento seguro, higiénico y estético.


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