Cuidado facial
En el mundo existen más de 150.000 especies de hongos, aunque tan solo unas 15.000 han sido identificadas y descritas. Este dato revela no solo la diversidad biológica de los hongos, sino también el inmenso potencial que representan para la ciencia, la medicina y, por supuesto, la cosmética.
Los extractos de hongos se han convertido en uno de los ingredientes estrella en los productos de cuidado de la piel gracias a su alto contenido en proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes naturales. Aportan beneficios tanto a nivel superficial como celular, destacando por su capacidad antiinflamatoria, antioxidante e incluso regeneradora.
Tanto el cuerpo fructífero del hongo como el micelio (su red de filamentos subterráneos) son utilizados en cosmética. Dependiendo del objetivo del producto, se seleccionan especies silvestres o cultivadas. Los compuestos derivados de los hongos se presentan en forma de extractos líquidos, semisólidos o en polvo, y se incorporan en diversas formulaciones como cremas, sérums, mascarillas, exfoliantes y lociones.
Los extractos fúngicos destacan como potentes antioxidantes e hidratantes naturales, ofreciendo a la piel sustancias bioactivas únicas que van más allá de los clásicos ingredientes como las vitaminas E, C o A.
Lectinas
Tienen propiedades antiinflamatorias, refuerzan la barrera cutánea y ayudan a unificar el tono de la piel, proporcionando un efecto tensor natural.
Polisacáridos (como leucina, schyzophyllan, kertsin o péptidos polisacarídicos)
Estimulan la regeneración celular, refuerzan las defensas cutáneas y mejoran la respuesta inmunitaria frente a agresores externos.
Compuestos fenólicos y polifenoles
Actúan como aclaradores naturales de la piel y combaten eficazmente las manchas oscuras y la pigmentación irregular, gracias a su acción antiinflamatoria.
Terpenoides
Tienen propiedades inmunomoduladoras y antibacterianas. Son ampliamente utilizados en protectores solares por su capacidad para proteger frente a la radiación UV.
Ergosteroles
Protegen frente a factores externos dañinos y favorecen la regeneración cutánea. Su particularidad es que, al exponerse al sol, se transforman en vitamina D, esencial para la salud de la piel.
Ácido láctico
Aporta hidratación, efecto exfoliante suave y propiedades calmantes. Además, contribuye a reducir el tamaño de los poros y las imperfecciones.
Uno de los efectos más valorados de los hongos en cosmética es su capacidad para retrasar el envejecimiento cutáneo. Su alto contenido en antioxidantes ayuda a combatir los radicales libres, estimula la producción de colágeno y elastina, y mejora la elasticidad de la piel.
A medida que envejecemos, el proceso de regeneración celular se ralentiza. Los extractos de hongos ayudan a mantener la densidad y la firmeza de la piel, estimulando una renovación más activa y visible.
Gracias a los polifenoles, la cosmética fúngica contribuye a reducir la pigmentación y las manchas. Es ideal para quienes buscan un tono de piel más uniforme y luminoso.
Los hongos tienen una capacidad de retención de agua superior a la del ácido hialurónico, lo que los convierte en aliados imprescindibles para pieles secas, deshidratadas o con tendencia a la irritación.
El entorno urbano expone la piel a toxinas, contaminación y partículas nocivas. Los hongos ayudan a limpiar la piel en profundidad, restaurando su equilibrio y reduciendo los efectos del estrés ambiental.
La cosmética con extractos de hongos representa uno de los avances más prometedores en el cuidado de la piel. No solo ofrece soluciones eficaces contra el envejecimiento, la deshidratación o la pigmentación, sino que también respeta el equilibrio natural de nuestra piel.
Aprovecha el poder de la naturaleza e incorpora productos con extractos de hongos en tu rutina diaria. Tu piel te lo agradecerá con luminosidad, vitalidad y salud duradera.