Maquillaje
El maquillaje vintage es mucho más que una tendencia pasajera: es una invitación a viajar en el tiempo y convertirse en un auténtico icono de estilo. Ya sea que te inspire el desenfreno de los años 20, la elegancia femenina de los años 50 o la extravagancia neón de los 80, cada década tiene su encanto. Además, como bien sabemos, la moda es cíclica, y los beauty looks de otras épocas no dejan de colarse en las tendencias actuales.
Conocidos como los “locos años 20”, esta fue una década marcada por el progreso, el arte, el exceso… y el abandono definitivo de la rigidez victoriana. El maquillaje se volvió más atrevido y dramático, reflejo del espíritu rebelde de las flappers, mujeres libres de prejuicios que rompieron con los moldes sociales.
¿Cómo recrear el maquillaje retro de los años 20?
Cejas finísimas en forma de hilo.
Sombras oscuras en tonos marrones, borgoña o gris antracita.
Máscara de pestañas generosa.
Colorete rosado o melocotón en las mejillas.
Labios bien definidos en forma de “corazón”, con labial rojo o vino mate.
Completa el look con un peinado ondulado al agua, una cinta con pluma en la cabeza y un collar de perlas. ¡Serás la reina del Great Gatsby style!
Tras la guerra, los años 40 y 50 marcaron el resurgir de la feminidad y el glamour. El cine vivía su edad de oro y nombres como Grace Kelly, Audrey Hepburn y Marilyn Monroe se convertían en musas eternas de belleza.
Para conseguir ese look pin-up sofisticado:
Piel impecable con acabado aterciopelado.
Ojos neutros pero con delineado negro en forma de “cat eye”.
Cejas naturales, bien definidas pero suaves.
Y, por supuesto, labios rojo sangre. Todo un clásico que nunca pasa de moda.
Este maquillaje sigue siendo uno de los más icónicos, elegante y muy favorecedor.
La era del cambio social y cultural también transformó el maquillaje. Con la llegada del feminismo, los movimientos hippies y la revolución sexual, las mujeres exploraban nuevas formas de expresión.
Características del maquillaje de los 60 y 70:
Sombras mate y coloridas: verdes, azules, amarillas o blancas.
Labios discretos en tonos nude.
Pestañas postizas (especialmente en la línea inferior) para imitar el estilo de Twiggy.
Cejas redondeadas y más naturales.
Inspirado en iconos como Jacqueline Kennedy o Brigitte Bardot, este estilo es perfecto para las amantes del color y la creatividad.
Los años 80 fueron sinónimo de exceso. En moda, en música… y en maquillaje. No existía el término “menos es más”. Aquí, más era simplemente mejor.
Looks ochenteros imprescindibles:
Colorete intenso aplicado generosamente en pómulos y sienes.
Sombras llamativas, a menudo combinadas en colores opuestos.
Labiales brillantes, incluso metalizados.
Todo con un acabado exuberante y desinhibido.
Hoy en día, en plena era del estilo clean girl, el maquillaje de los 80 vuelve a brillar como una bocanada de aire fresco.
¿Recuerdas los días del discman, las series como Friends o los hits de Britney Spears? Los años 90 y principios del 2000 trajeron el auge del gloss, el delineador de labios oscuro y, cómo no, las cejas tipo “hilito”.
Claves del maquillaje de los 90 y 2000:
Sombras perladas (¡desde el párpado hasta el arco de la ceja!).
Delineado negro en la línea de agua.
Contorno de labios varios tonos más oscuro que la barra.
Gloss con shimmer y cejas extrafinas.
Y si lo tuyo era el estilo más gótico o grunge, seguro te inspirabas en divas como Gwen Stefani o Christina Aguilera, con ojos intensamente perfilados, labios pálidos y colorete esculpido.
Con la llegada de las redes sociales y los beauty influencers, los 2010 redefinieron el maquillaje. Las Kardashian y maquilladoras como Huda Kattan popularizaron una estética donde nada quedaba al azar.
Los must del maquillaje de esta década:
Base de alta cobertura y técnicas como el baking.
Contouring marcado para esculpir el rostro.
Iluminadores potentes en pómulos, nariz y cejas.
Cejas gruesas y bien definidas.
Sombras marrones difuminadas y pestañas postizas.
Labiales nude en todas sus versiones.
Este look ha sido replicado hasta la saciedad tanto en Instagram como en el día a día.
Las tendencias actuales son un mosaico de todas estas décadas. Desde la nostalgia por los 90 hasta el resurgir de los 60 o el minimalismo de los 2010. La clave está en experimentar, combinar y, sobre todo, divertirse.